Somos consultores e-learning y aunque poco, pero sobre todo menos, también personas, podemos, por lo tanto, aunque no mucho, hablar de otras cosas, aunque sea en voz muy bajita…
Erase una vez un derecho que se convirtió en obligación…Sí, así es, entre dudas, convicciones, usurpación (presunta) de derechos laborales y mensajes de toda índole, color, destellos y aromas, está la logística de cada día, la vida naturalizada de los seres humanos, quiero decir.
Uno y/u/o una, tiene su forma diaria de llegar al trabajo, además de la manía de hacerlo siempre que quiere y puede, pues bien, algunos y/u/o algunas, hemos visto irremediablemente alterada dicha rutina por la sencilla razón de que un derecho se ha convertido en cuasi obligación, con la dramática consecuencia de arrastrar en su catastrófica metamorfosis a otros derechos, tornándolas en privilegios, a trabajar me refiero.
Al señor tranquilo le han tirado petardos en el coche, al medio centro de la cantera, le han pinchado las ruedas, al joven veterano, leyenda viva cuyos dominios soportan, esta nuestra compañía, le han ahumado la mañana y TODOS, se han encontrado con estos desayunos continentales, de principios de siglo XXI, por mor de cumplir con sus humildes, honestas y (dadas las circunstancias) temerarias responsabilidades.
No hay derecho a sentirse amenazado, no hay que dar ningún tipo de explicación, no hay que pedirla, no hay que comulgar con ruedas de molino ni con ningún otro tipo de sustancia.
La tolerancia, es una virtud que cada día, brilla más por su ausencia, en pos de no contribuir más a su inminente desaparición total, os diré algo a todos vosotros, que fácilmente os identificareis delante de estas palabras y tras vuestros inflados artificialmente egos:
“Como no soy ni rencoroso, ni orgulloso, seguiré trabajando pacíficamente para sacaros adelante mientras vosotros violentamente defendéis mis derechos, un saludo y gracias”
EHAMSAC
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