Ir al contenido principal

Diferencias entre Quito y Lima…






El clásico Panama...

Antes de empezar con la clase de geografía comparativa, una cosa que se me olvidó contar de Lima.
Era sábado por la tarde, yo estaba sólo en la “casa cuartel” y sonó el teléfono fijo, una voz femenina al otro lado:
“Disculpe señor, estamos preguntando a los vecinos, ¿cree usted que acabará el sufrimiento?”
Me quedé callado, pensando en  posibles rimas de “sufrimiento” para el posible premio que me iba a llevar, para ganar tiempo contesté:
“creo que usted se ha equivocado” “no señor, cuando cree que acabará el sufrimiento en el mundo” “buena pregunta señorita” “pero cuando?” “no tengo ni idea, es más, ¿qué quieres?” “me permite leerle unos versículos de la bibl…” “adiós”…
No se si eso es normal o no, (Creo que en Perú puede serlo) la industria de la iglesia, todas y los diferentes cultos, mueve masas, el sábado estuve cerca de la puerta de una iglesia por la tarde y las familias iban felices, limpios, bienolientes a su cita con dios, una pasada, eso tampoco está en crisis allí…
Vamos con esas diferencias:

LA MANERA DE CONDUCIR
No es por nada, pero aquí, en Quito, la gente es como más tranquila conduciendo, si te ven cruzando paran, si ven un paso de cebra, paran, si hacen un giro, miran y antes de pasar verifican que no hay persona animal o cosa en su camino…
EL CLIMA
En Lima casi nunca llueve, en Quito casi todas las tardes, en ambas ciudades hace calor pero no demasiadas diferencias entre unas estaciones y otras.
LA COMIDA
La comida en Perú es un festival, sólo hay un pero no se puede ser perfecto, la carne no es buena, pero principalmente porque no hay, como le dicen aquí, pasto bueno, sin embargo, en Ecuador sobra, por lo que posiblemente (Aún no lo se) al ser una ciudad de interior Quito, el pescado no será gran cosa.
LA ALTITUD
Se nota y no puede ser más diferente, si bien Lima está al nivel del mar como nuestra querida Málaga, quito está casi a 3000 metros, esto se nota entre otras cosas en un “englobe” permanente (supongo que esto solo afecta a los que no estamos acostumbrados) y que cada esfuerzo que se hace, es un triunfo, falta oxígeno.
EL SOL
Hay dos cosas similares, al estar ambas ciudades muy cerca del paralelo “0”, los rayos caen más perpendicularmente, por lo que hay que tener cuidado porque te quemas con facilidad, yo con mucha, pero esto es peor en Quito por dos motivos, el contado de la altitud y porque está obviamente más cerca del Ecuador.
EL TAMAÑO
Aunque mucha gente dice que esto no importa, Lima es cuatro veces más grande que Quito (Aprox) esto se nota y se siente, Quito es más “razonable” en sus dimensiones, más fácil de entender y hoy, cosa extraña he ido a todas mis reuniones a pie desde el hotel…
LOS TAXIS
Su aspecto es, digamos, más homogéneo, todos amarillos y no te pitan continuamente para ver si te quieres montar, algunos, además, tienen taxímetro.

LAS SIMILITUDES
muchas...

Si se me ocurren o me ocurren más cosas las contaré, pero no quiero dejar de decir una cosa que se me había olvidado y recordé anoche cuando en la cena me pedí una cerveza: “no señor, está prohibido por ley, servir alcohol de las 16:00 del domingo y hasta el lunes”…El argumento de esto es que los servidores públicos, llegaban “felices” los lunes…

Ahora ya es martes por la mañana muy temprano porque mi primera reunión la tengo a las afueras de Quito.

El lunes fue un día típico de principio de semana, reuniones, plantones, cosecha de información, alguna oportunidad peregrina y un hueco para comprar el típico sombrero Panama, que no es de Panamá, es de aquí.

En el mercado artesanal que compré, las tenderas hablaban toda Quichua, que es una lengua de extraña pronunciación pero que mezcla cosas fáciles de entender (Visa, PIN, etc...)

Por cierto, por esta zona los datáfonos no se si tendrán dientes porque se me ha vuelto a romper la Visa.


Aunque no lo parezca, eso es un Cibercafé
Buena, buena, buena, buena...

Para Quino también había sombrerito.
No se si me veo yo con esto en Sacaba...

Comentarios

Entradas populares de este blog

El “Afilaooooor” o la excelencia en la jefatura de proyectos

Proyectos, proyectos, proyectos y más proyectos y al final se trata de obtener algo, cambiarlo y devolverlo…sólo de eso… Recuerdo, casi como si fuese antes de ayer, el sonido de la armónica del “Afilaor” (Si se me permite la transcripción literal y las mayúsculas), de hecho, fue este sábado (antes de ayer) cuando lo volví a ver y escuchar después de muchos años. No se si existirá una escuela de Afilaores pero algo similar debe haber, no pueden ser casuales tantas similitudes con mi recuerdo, mismo soniquete de armónica, misma gorra de pana a casi 30 grados de temperatura, mismo chalequillo de chungo barato pero muy digno, misma cara cuarteada (Parece que pruebe en ella todas las hojas que afile) y mismo tono sutil e indiscutible de voz, con mucha elegancia y gallardía tras tupida cortina de humo del escape de su moto mientras la cilíndrica piedra pómez hace fuegos artificiales con mi mejor cuchillo, como diferencia destacable, intuyo el precio, 3 euros ahora, sospecho que no serían 500...

Es lo que tiene guardarlo todo

Todo pasó poco a poco y aunque comenzó como una afición, hoy ya es un modus vivendi. Lo guardo todo, a nivel profesional, por ejemplo guardo todas las acreditaciones de todos (Creo) los congresos, jornadas, eventos a los que he ido, no es ni mucho ni poco, pero cuando los veo, recuerdo con mayor facilidad y mejor intensidad esas experiencias. A nivel personal, guardo también las cartas de que adolescente, me escribían a Madrid mis amigos y familiares  de Sevilla y lo que es aún más curioso, las que yo escribía, antes de enviarlas, las fotocopiaba y me guardaba una copia, me parecía una forma de matar dos pájaros de un tiro, contesto y/o escribo cartas y además mantengo un diario. De hecho de mayor (que ya voy siendo) hago algo que no es lo mismo pero se parece, al terminar de leer un libro (aún uso libros convencionales siempre) en la última página escribo dos cosas, cuando, cómo, dónde y qué estoy haciendo al terminarlo y mi opinión sobre el mismo, así mato va...