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Cosas que envidiar y cultura sísmica…



Es miércoles por la tarde, ya se va terminando esta etapa de mi viaje, he terminado las reuniones de hoy (5 en total) y aunque sé que es un poco friky, escribo estas líneas, subido en una bicicleta en el gimnasio del hotel (30 minutos al día y unas pesillas…), con unas vistas espectaculares de Quito y del volcán Pichincha.
Antes de ir con el día de hoy, dos cosas, en primer lugar que aquí no se ha notado el terremoto de Chile (entiendo la alarma de familiares y amigos pero como no tenemos lo que se llama por aquí cultura sísmica…)y segundo, vamos con el día de ayer.
Panorámica del gimnasio por delante.
El gimnasio.
Fue un día típico de los míos, en primer lugar porque tuve muchas reuniones y en segundo porque no comí...pero si que cene y muy bien por cierto.
Algo si que tuvo de especial el día de ayer porque entre la primera reunión de la mañana a las afueras de Quito y la segunda, tenía un hueco de tanto tiempo que convencí a mi taxista para que me llevase a la mitad del mundo, no pude ver lo del agua girando para un lado o para otro según el hemisferio pero si que me hice fotos con un pie en cada uno de ellos.
Lo dicho.
Por lo demás, sigo aprendiendo cosas de Ecuador y convenciéndome de lo que ya sospechaba (curiosos preguntar aquí...) Hay cosas que me gustan, cosas que me sorprenden, cosas que me encantan y cosas que tienen las horas contadas, pero eso si, todo con mucho sentido común, no como otros...
Hoy he desayunado con nuestro partner y hemos ido a dos interesantes reuniones juntos, en la última muy bien asistidos por Félix y su catarro alérgico desde Málaga, Carlos, nuestro partner, me ha llamado de todas formas, Javier, Enrique, nunca Joaquín, pero eso es lo de menos, me gusta.
Después, una comida con abogados a los que he machacado a preguntas y otras 2 reuniones.

Esperando a entrar en una reunión en una universidad.

Cosas que me gustan de Ecuador.
Aquí ha una cosa que se llama el salario mínimo (unos 350 USD), obviamente con eso se va justo, justísimo por lo que hay otra cosa que se llama el salario digno (sobre 650 USD), la cosa es que una empresa no puede repartir dividendos si en su plantilla, tiene a personas que no alcanzan el salario digno, esto me gusta.
En Ecuador, la universidad es gratuita, pero de verdad, no como en España, las hay privadas, pero la oferta de pública es amplia y existe un compromiso del gobierno en dos sentidos, nadie que quiera estudiar, se quedará sin hacerlo (superando la selectividad de turno o como se llame) y a los mejores expedientes del bachillerato (los que estén por encima de una puntuación de 900 sobre 1000) se les da a escoger cualquier universidad del mundo, paga el estado, incluso si quieren hacer posgrados, eso sí, al terminar, deben volver a casa y desarrollarse profesionalmente en el país que les ha pagado los estudios, una especie de permanencia ( o penitencia, como dice la madre de una que yo se me…)
Por cierto, ya no estoy en la bicicleta.
Por otro lado, este país mantiene un equilibrio razonable entre una semiapertura al mundo y una pseudonacionalización de los recursos naturales (Petróleo principalmente) ese equilibrio, hace que la gente hable mucho de política, que se critique y se alabe la actuación de correa a partes iguales, por la misma persona y en ocasiones en la misma frase, me sorprende la cultura política que detecto en todos los niveles en los que me muevo, ingenieros, camareros, taxistas, lisensiadas, y demás yerbas.
Entre las manías que tengo está la de apuntar los estribillos de las canciones que escucho en los taxis, ahí van dos perlas…
“Ya no eres mi bombón”
“Voy a comerte el corazón a besos”
Aplique en un taxi, mucho más tranquilo...

Y poco más, mañana voy de vuelta a Lima, donde me esperan Manolo y Antonio, quien me confiesa que han limpiado las toallas, ya si me hacen la cama…
Ah! Se me olvidaba, aquí en vez de decir “pase” dicen “siga” y cuando terminas de comer y pides la cuenta, es normal que te pregunten “¿consumidor final está bien?” ahí queda eso…
Otra cosa, un tanqueo aquí no llega a 25 USD, en España supera los 80, eso también me gusta...
Nos vemos en Lima.
 
Autóctona en la Mitad del Mundo.

Igual que te digo una cosa, te digo la otra.

Quito era una ciudad muy taurina, ahora está prohibido, ahí una plaza de toros.

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