Queridos amigos, a los seguidores de esta
saga, los de las 5 corbatas les resultará familiar, son 5 jornadas de trabajo
las que me esperan en Lima.
Son las 16:15 hora española del 22 de octubre
del año 2013, sobrevolamos el atlántico cuando faltan unas 8 horas para llegar
a Lima…
Este es mi tercer viaje a Perú este año, pero
documentalmente no se nota pues estreno pasaporte, durante un rato he estado
haciendo memoria para tratar de sacar el número de veces que ya he hecho este
cambio de continente y la verdad no sé decir, calculo que unas 20, viaje arriba
o abajo…
Las cosas que esperan están cada vez más
maduras, todo confluye y las prisas que tenemos parece que pueden ser
satisfechas, pero hay que hilar muy fino y conseguir que las piezas de la
constitución de Ingenia Perú, se cruce en el tiempo, en el espacio y con la
intensidad adecuada a nuestras propias necesidades.
Cada vez más este proyecto toma forma, dentro
de la deformidad que supone este mercado, vamos aprendiendo y sufriendo sobre
la marcha, pero sobre todo y lo más importante es que vamos entendiendo los
motivos que nos hicieron escribir en un papel, este nombre de país, Perú.
Atrás se queda un otoño que se empeña en ser
primavera o casi verano, el cierre del máster MIE, la lluvia de Madrid y el
principio de muchas cosas…el 2014 me está guiñando un ojo (mientras me hace así
con un dedo…), y yo no me estoy resistiendo ni un poquito siquiera…
Este viaje, está compuesto de muchas cosas,
misión de APEL incluida, aspiro a que la vía Expresa no se mi único norte en
Lima, esa ciudad que algunos no entienden que me guste tanto…
Mientras cargo el dichoso iPhone 5 que no
dura ni un asalto, escribo estas líneas para teneros pendientes de lo que pase
en estas 7 noches y 5 corbatas en la capital del Pisco Sour…
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