¿Cómo
quedará España Vs Brasil? Con un poco de suerte llegamos a Lima con el partido
sin acabar, sobre todo si hay prórroga y penaltis, aunque como dice una
azafata, “yo prefiero no verlo, llegar y enterarme de que ha ganado”…bueno, es
una cuestión de gustos…
Son las
18:46 en España, en donde estoy, no lo sé porque no sé lo que estamos
sobrevolando, algún trozo del atlántico seguro, hemos salido a las 14:00 con
una hora de retraso pero parece que vamos a recuperar 30 minutos, esto nos
haría aterrizar en Lima sobre las 18:00, la 1:00 en España, justo cuando
empiece el segundo tiempo del partido.
Esto me
hace recordar las cosas relevantes que me he perdido volando, unas elecciones
generales, un Roland Garros y algunas cosas más que prefiero ni comentar ni
recordar, por ingratas y por que no deja de ser un recurso literario, el
suspense…
De
momento no hay grandes cosas que reseñar de este viaje, un cambio de puerta de
embarque, los aseos del ala izquierda del avión que no funcionan por causas
técnicas más que sospechosas (y preocupantes) y un saltamontes en la cámara
contextual del avión, esa que se conecta con las pantallas en el despegue y
aterrizaje.
Este portátil que tengo tira por tierra mi metodología de trabajo en los vuelos, “hasta que dure la batería trabajo” decía yo con mi antiguo y viajado Dell, pero es que este campeón es inagotable, en lo que va de vuelo he escrito mails, leído poderes, trabajado en el proyecto fin de Máster, avanzado en el trabajo de Márketing, vuelto a contestar mails, repasado mi agenda para esta semana, preparado mi charla del martes, escrito estas líneas y no se que más…y aún quedan más de 2 horas.
Por
delante que tengo? Pues un campo por sembrar (Perú), objetivos que cumplir y
necesidad de que se cumplan, seguimos en contacto, nos vemos ya en Lima en la
entrada del día número 1.
He
llegado, la maleta de Javier ha sido casi la última, la mía la primera, llegada
al hotel que está fenomenal pasando por rincones muy oscuros de Lima y un pisco
sour después, aquí ni se cena hoy que es un día muy raro, a la cama y hasta
mañana, esperando que Javier descanse…
Lo
reseñable, la amabilidad superlativa de las azafatas de Iberia, sí, de Iberia y
la paliza a España, nos viene bien creo...no hay que olvidar de donde se viene...
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