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Síndrome de up?


Este blog lleva una semana en blanco, eso no había pasado antes, el motivo, es el de la reflexión, la entrada que correspondía a la semana pasada era esta, pero el que suscribe y escribe, se estaba planteando si una entrada que no tuviese que ver directa y casi indirectamente con el objeto de este sitio, tenía cabida, después de algunas deliberaciones internas (conmigo mismo) me he abandonado a mis cuitas de escribir aquí, todo lo que pase en mi ámbito profesional, si el pueblo es soberano en la tierra (o eso dicen) este blogger lo es en su blog, ahí va eso…
Mi “amiga” Wikipèdia dice así:
El síndrome de Down (SD) es un trastorno genético causado por la presencia de una copia extra del cromosoma 21 (o una parte del mismo), en vez de los dos habituales (trisomía del par 21), caracterizado por la presencia de un grado variable deretraso mental y unos rasgos físicos peculiares que le dan un aspecto reconocible. Es la causa más frecuente de discapacidad psíquica congénita1 y debe su nombre a John Langdon Haydon Down que fue el primero en describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a descubrir las causas que la producían. En julio de 1958 un joven investigador llamado Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome es una alteración en el mencionado par de cromosomas.
Yo viajaba de Málaga a Madrid para hacer escala y continuar hacia Zamora y asistir a la cita anual que la ECLAP http://www.elearningcyl.com/index.htm organiza para que administraciones públicas y proveedores de e-learning sigamos estrechando nuestros lazos, principalmente y en los tiempos que corren, de amistad, otros lazos ya los dejaremos para 2012…

El caso es que iba en mi mundo de propuestas pendientes, listado de tareas por hacer, planificaciones, contactos, checklist y otros temas personales dignos de programación…portátil encendido, conexión a internet usb móvil y 2,5 horas por delante para trabajar, hablar por teléfono y con un poco de suerte tomar un café…
Era el vagón, 4, eso significa turista en clase preferente, con enchufe, más amplitud pero sin desayuno incluido, no había prisa esta vez por llegar por lo que el AVE habitual de las 7:10 estaba a punto de llegar a Madrid cuando yo salía en el de las 9:00 de Málaga…

A lo que vamos, mientras yo me debatía entre el Outlook, el Word, el Excel y la Web, 3 o 4 asientos por delante del mío, un chico hablaba por teléfono con un lenguaje, entonación y forma de dialogar, dignas de cualquier película de sábado o domingo después de comer (por ejemplo) correctísimo en sus formas y cálido en su fondo, era algo así lo que llegaba a mis oídos, por encima de los auriculares del AVE…

“Hola tío, buenos días, que tal se encuentra usted”…”bueno, bueno, anímese que ya mismo estoy ahí haciéndoles compañía a usted y a la tía”…”unas 2 horas calculo que me quedan entre una cosa y otra”…”sí en taxi, llevo una maleta muy grade para meterme en el metro”…”no, no se preocupe ahora por eso, lo más importante es que usted esté tranquilo para que se recupere lo antes posible, ese será el mejor camino para que todos estemos bien”…”no, no merezco que me agradezca nada, vengo a estar con ustedes con mucho gusto, no supone ningún esfuerzo, todo lo que yo pueda hacer para ayudar, lo haré”…”vale, descanse que luego jugaremos una partida a las damas, que he estado entrenando y salude a mi tía con mucho cariño que tengo muchas ganas de comerme uno de sus guisos en estos días”…”que sí, que tengo apuntada correctamente la dirección del hospital y su número de habitación, descanse, un beso”

La verdad es que esa conversación, me produjo una sensación de bienestar un tanto difícil de explicar, pero atención, que hay otra llamada del chico…

“Hola papá, buenos días, que tal estás?”…”Bien, bien, yo bien, el viaje está siendo muy agradable, estoy compartiendo periódicos con un hombre que va sentado junto a mi y la azafata me ha dado una revista que se llama paisajes y unos auriculares que funcionan correctamente, con ellos puedo oír o bien la radio o bien música o la película que ponen en inglés o español, ahora probaré si funcionan también en el móvil, que parece que sí…”…”sí, he hablado con el tío, parece que está muy animado, dentro de la situación, con el hecho de que les visite, espero poder animarles, ellos siempre lo han hecho conmigo y me han querido mucho”…”vale, te llamaré cuando esté con ellos, no te preocupes que lo tengo apuntado junto a la dirección del hospital y su número de habitación, un beso”

Preso de una curiosidad más allá de mis propias fronteras y aprovechando que para ir a la cafetería tenía que pasar por delante del chico y verle, lo hice, confirmando así mis sospechas, ese tono de voz tan alto y entre gangoso que me resultaba ciertamente familiar…el chico tenía y espero que por mucho tiempo, síndrome de down, le saludé al pasar con una sonrisa cargada de recuerdos y admiración y continué hacia mi destino, café con tostadas…

A la vuelta, abrí un archivo de texto, le puse el título de “Síndrome de up…” lo guardé en la carpeta Blog y cerré el portátil hasta mi llegada a destino, empecé a pensar…

Resulta que este chico no ha escatimado en el uso de sus palabras, no ha intentado recortar los mensajes, ha tratado de que todo lo que le pasaba y lo que ha hablado quedase completamente claro y diáfano, para sus interlocutores, no ha tenido pudor, no ha tenido ese sentido ridículo o humano del “ridículo” que tenemos alguno a que oigan nuestras conversaciones y sobre todo, ha transmitido buenas sensaciones a sus interlocutores, por lo que puede verse, también a los que no lo hemos sido…eso si que es crear confianza…
En resumen, escuchar a este chico, que padece un hándicap por su limitación intelectual (me caben ciertas dudas) me ha insuflado un soplo de aire puro, que me ha reconciliado con el mundo y la especie humana y que me han recordado a una de las mejores y más felices personas que he conocido y que curiosamente, también me hacía padecer un fugaz, virulento, repentino y agudo, síndrome de Up!!

Comentarios

  1. Excelente reflexión, Joaquín.
    Si todos fuéramos un poco menos complejos y nos fijáramos en lo que es realmente importante (un abrazo, un beso, una palmada en la espalda, una sonrisa, un Buenos Días,...) aprenderíamos a racionalizar nuestros quehaceres y dedicaríamos más tiempo a aquello que, hoy por hoy, todos preferimos dejar para más tarde porque no hay tiempo (no hay tiempo de salir con los amigos, no hay tiempo de echar unas cañas, no hay tiempo para visitar a los familiares, no hay tiempo para llamar a alguien - preferimos escribir sms - no hay tiempo para nada que, hoy por hoy, no sea trabajar). Y dicho esto, acabo de recordar que tengo pendiente unos deberes que hacer... pero no sin antes dedicar un tiempo a los míos.

    ¡Gracias!

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  2. Gracias por regalar mis sentidos con este relato.

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