Ir al contenido principal

Es lo que tiene guardarlo todo






Todo pasó poco a poco y aunque comenzó como una afición, hoy ya es un modus vivendi.
Lo guardo todo, a nivel profesional, por ejemplo guardo todas las acreditaciones de todos (Creo) los congresos, jornadas, eventos a los que he ido, no es ni mucho ni poco, pero cuando los veo, recuerdo con mayor facilidad y mejor intensidad esas experiencias.

Diogenes

A nivel personal, guardo también las cartas de que adolescente, me escribían a Madrid mis amigos y familiares  de Sevilla y lo que es aún más curioso, las que yo escribía, antes de enviarlas, las fotocopiaba y me guardaba una copia, me parecía una forma de matar dos pájaros de un tiro, contesto y/o escribo cartas y además mantengo un diario. De hecho de mayor (que ya voy siendo) hago algo que no es lo mismo pero se parece, al terminar de leer un libro (aún uso libros convencionales siempre) en la última página escribo dos cosas, cuando, cómo, dónde y qué estoy haciendo al terminarlo y mi opinión sobre el mismo, así mato varios pájaros de un tiro, reflexiono, hago un diario vital y puedo saber si he leído un libro o mi opinión sobre el mismo para recomendarlo o no, jamás prestarlo…

El caso es que este fin de semana me he sorprendido con la grata sorpresa de que guardo todas las tarjetas de visita de todas las posiciones que he ocupado en las empresas en las que he trabajado (Falta quizá alguna de Cibernos y alguna de Ingenia) pero el caso es que algo quiero hacer con ellas y antes de eso, he querido contarlo, ahí están todas, a ver que se me ocurre…tengo alguna idea, pero se admiten sugerencias.



Saludos.

Comentarios

  1. ufff y yo pensaba que guardaba demasiados recuerdos. Tú me ganas.

    Pues no sé dáselas a Quino y que te haga un collage en una cartulina bonita jajajajajaja....

    ResponderEliminar
  2. Diógenes cuando no encuentra algo, te llama ¿verdad?

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Diferencias entre Quito y Lima…

El clásico Panama... Antes de empezar con la clase de geografía comparativa, una cosa que se me olvidó contar de Lima. Era sábado por la tarde, yo estaba sólo en la “casa cuartel” y sonó el teléfono fijo, una voz femenina al otro lado: “Disculpe señor, estamos preguntando a los vecinos, ¿cree usted que acabará el sufrimiento?” Me quedé callado, pensando en  posibles rimas de “sufrimiento” para el posible premio que me iba a llevar, para ganar tiempo contesté: “creo que usted se ha equivocado” “no señor, cuando cree que acabará el sufrimiento en el mundo” “buena pregunta señorita” “pero cuando?” “no tengo ni idea, es más, ¿qué quieres?” “me permite leerle unos versículos de la bibl…” “adiós”… No se si eso es normal o no, (Creo que en Perú puede serlo) la industria de la iglesia, todas y los diferentes cultos, mueve masas, el sábado estuve cerca de la puerta de una iglesia por la tarde y las familias iban felices, limpios, bienolientes a su cita con dios,...

Al otro lado de la reja...

Esa fue la primera fotografía que hice con mi nuevo móvil... Desde mi coche, mientras se abría la puerta del parking de mi antigua empresa el último día que trabajé allí. Quise hacerla porque con independencia de lo que se veía o se podía imaginar, me hacía mucha ilusión fotografiar mi nuevo mundo, ese que estaba marcado por esa luz al otro lado de la reja, cancela o como quiera que se llame. En casa me esperaba una cena de gala con tres invitados que sin saberlo serían 4, mi hijo, mi mujer, mi futuro hijo y yo, qué más se podía pedir? esa noche dormí mejor que en cualquier otra noche de los últimos 4 años, que no es poco. Dejé mi empresa con la típica caja de cartón, donde guardé casi todas las cosas de cierto valor que tenía en mis cajones, otras las regalé y otras directamente las tiré, hace ahora de aquello más de 4 meses. Esa caja la he tenido cerrada hasta hace unos días y ahora con esta entrada en mi blog profesional, cierro definitivamente el círculo y esa etapa de m...

Día 0

Citados a las 8:00 en el Vialia para salir a las 9:00 y para variar yo desde las 5:30 despierto, no vaya a ser que me quede dormido, un ibuprofeno (600 of course) nótese que no doy marca, últimos retoques a la maleta, besos, abrazos y al taxi. (los besos y los abrazos no eran para el taxista…) Somos 6 empresas malagueñas en esta misión, cada una de un sector muy diferente, de momento, somos 8 personas en la expedición, en Quito, se nos suman otras personas procedentes de Chile. Llegada a Madrid sobre las 12:00, después de trabajar un poco y estudiar otro tanto (El día 21 tengo que entregar un trabajo del Máster), traslado al aeropuerto en autobús, maletas envueltas, foto de familia, checkin (llorar un poco para que me dejen viajar en business sin éxito) comer algo y a las 16:00 saliendo camino de Guayaquil. Ahora, escribo esto a las 20:00 (Sigo con horario Málaga) después de 4 horas de vuelo, ya sólo quedan 8… Tenía pensado seguir estudiando, pero estos de LAN...