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Aeropuerto de Lima, 19:00 de la tarde, ya voy de vuelta


Es martes, a las 21:05 hora de Lima sale mi vuelo, mañana por la tarde (Hora de casa) ya estaré en Málaga.

El lunes y el martes han sido días ajetreados, de muchos kilómetros en taxi, de pasar por muchos sitios, en los que creo haber llegado a rezar para que no se quedase el taxi tirado y de levantar buenas e interesantes oportunidades.
Taxi con taxista enjaulado...

Un "tronito" en un campus universitario

El lunes acompañé a Carlos, su segmento de bibliotecas es muy interesante, su discurso fantástico y las posibilidades que tenemos ahí, en Lima, infinitas.
Una de las bibliotecas visitadas.

Ya casi hemos rematado la adquisición de un piso franco (Casa cuartel le llaman los compañeros chilenos) en Lima, un sitio muy agradable en una muy buena zona y con todas las comodidades…

Como no podía ser de otra forma, hoy he vuelto a tener una nueva entrega de mis aventuras con los “seguratas” de los edificios, los que me pierden el DNI y esas cosas.
Para empezar, en la primer reunión, me he tenido que poner de esta forma para entrar, no hace falta mucho más para saber que mi cabeza, excede el tamaño de la media por aquí…
Lo sé, lo sé, un poema...


Después, en otra reunión en el centro de Lima, al hacer todo el protocolo de entrada, me han pedido que enseñe “la lap top” (Esto es muy normal…) me han pedido el número de serie (Esto también es muy normal) la marca (Ídem) pero en cuanto me he despistado la batería estaba volando desde el portátil camino del suelo, (La hemos vuelto a tener) de hecho me la han roto un poco…”Qué haces hombre, que haces?”, el paisa se ha quedado blanco, que no es lo mismo que cualquiera se quede blanco…no he llegado a ponerme “merdellón” pero poco me ha faltado…

Después de ese mal rato, me he regalado ir a comer a Papachos, que es una hamburguesería de autor propiedad del famoso chef peruano Gastón Acurio, una maraviulla muy recomendable junto a mi hotel.
Hasta bonitas son...

A ver quien adivina cual me comí...

Ya de vuelta en Málaga, atendí una visita que tuvimos de una comisión de brasileños en Ingenia, hoy día 1 de noviembre hace un día espectacular, he visto más sol en 3 horas en la calle que en casi 10 días en Lima, y mañana a Sevilla a compartir esa ilusión que tienen los balonmaneros sevillanos menos jóvenes (http://veteranosbalonmanosevilla.com/blog/inicio/)
En Ingenia con los brasileños.

Lima tiene algo, algo que cautiva, algo que rezuma autenticidad y una esencia que motiva, no es sólo la comida, no es sólo su gente, no es sólo su equilibrio desordenado, es algo que no se reconocer ni denominar, Lima, tiene un gusto único, particular y muy especial…
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