Algunas veces, he pensado que ya iba siendo hora de cambiar el título de este espacio, virtual, lo que pasa es que este tipo de decisiones que nunca llego a tomar, rondan mi cabeza justo en momentos como este: domingo, 22:52 y en lugares como este, terminal internacional de la T4, más común e históricamente conocida como Aeropuerto de Barajas. Ahora, cuando uno suele estar en su casa, babuchas y pijama en ristre, después de cenar algo ligerito para paliar los excesos de las 2 noches anteriores, esperando a que la cabeza cual péndulo inerte de toneladas, caiga sobre el pecho, o un ronquido nos alerte sobre nuestro incierto estado de somnolencia, ahora, otros estamos, esperando a que dentro de 2 horas, un avío nos lleve, después de otras 12 a algún punto del otro lado del atlántico, cuando los míos empiecen a comer y para mí sean las 6 de la mañana. Esto es lo que hay…la cuestión es que viajar, implica azotar de esta manera los cuerpos, la mente y la cotidianeidad…. El vuelo sale ...
Lugar de dispersión, consuelo y disertación desértico-virtual